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A pesar del éxito, el sector enfrenta desafíos como las barreras arancelarias y las regulaciones fitosanitarias. Sin embargo, estas dificultades también presentan oportunidades para innovar y mejorar las prácticas agrícolas y logísticas. La adopción de tecnologías verdes y sostenibles es una tendencia creciente que podría transformar positivamente la industria.
Las exportaciones de frutas y verduras frescas y congeladas no solo benefician a los agricultores y productores, sino también a las economías locales. La generación de ingresos y la creación de empleo son solo algunos de los beneficios económicos. Además, se promueve la diversidad alimentaria y se asegura que los consumidores tengan acceso a una variedad de productos frescos y nutritivos durante todo el año.